domingo, 5 de agosto de 2012

¿Debería llorar porque te fuiste o reírme por el camino que escogiste?

Y de un momento a otro todo se nubla, y ya no sabes que hacer. Si reír o llorar, si entrar o salir, si irte o quedarte... Pero, realmente, cuando te das cuenta de quién lo echó todo a perder, es cuando no sabes si llorar por el hecho de que se haya marchado o reírte por el camino que decidió tomar. Y es que en lo más profundo de ti, lo que verdaderamente sientes es lástima. Lástima hacia alguien que no supo valorarte cuando te tenía, que no aprovechó cada segundo del tiempo que le brindabas, que cada palabra que decías eran como soplos de aíre...


Y es ahora cuando se percata, de que la persona que dejó escapar probablemente fuese lo que más valor tenía en su vida, que todo el tiempo dado fue un regalo que no supo valorar y que cada palabra era un soplo de aire fresco y puro... AHORA anhela tu cálida e irremplazable presencia.

                Lástima que aveces sea demasiado tarde para volver atrás...



No hay comentarios:

Publicar un comentario