Juguemos.

+ Quiero jugar contigo, quiero que juguemos a ser novios, a querernos y a decirnos cositas bonitas. Quiero jugar a esto, sí, pero únicamente contigo. Quiero que me beses, que me acaricies. Quiero sentir tus labios en mi cuello. Tengo ganas de jugar, he tenido ganas de jugar toda mi vida a este juego. 
- ¿Y quién pierde en el juego?
+ Pierde el que llegue a sentir todo esto en su corazón, pierde el que se enamore segundo a segundo del juego, pierde el que ame oír palabras bonitas. En fin, pierde el que se enamore de verdad.
-¿Y las reglas?
+ No hay reglas, es más, se pueden hacer trampas. Se puede besar y acariciar libremente.
- Um .. ¿Empezamos a jugar?
+ Vale, pero .. Te tengo que decir una cosa.
- Dime.
+ Que aún no hemos empezado a jugar .. y yo ya he perdido.