No siempre serás fuerte, no siempre serás capaz de verlo todo con una sonrisa. Hay momentos que preferirías olvidar, que te gustaría borrar de tu mente. Pero no puedes, al fin y al cabo, los palos de la vida te hacen ser día a día más fuerte, porque te cansas de llevarte una paliza tras otra. Entonces aprendes a tratar de levantarte cada vez que te caes, porque son los mismo palos, los que te han enseñado a que no habrá nadie que te guíe, ni una mano que te den. Pero con fe y entendimiento, podrás lograr ser quien verdaderamente quieres.
Habrán momentos en los que pensarás que nada tiene sentido, que todo por lo que luchabas y todo lo que siempre has soñado ha ido desapareciendo junto
con tus ganas de pelear contra las adversidades. Pero ese es el momento en el que debes levantarte y gritar que puedes con eso y con más.
Porque hacen falta algo más que unos simples palos para derrumbar toda una montaña construida a base de sueños y esfuerzo.
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